Transcurría la segunda mitad de los años 80 cuando surgió en el mercado discográfico un joven que parecía iba a comerse el mundo y dejar más enterradas aún las viejas glorias del soul. Su nombre por aquel entonces era Terence Trent D'Arby, un neoyorkino capaz de conjugar el soul, con el hard-rock, la psicodelia o el funk. Con una muy personal y poderosa voz con clara influencia de Sam Cooke, era capaz de tocar casi todos los instrumentos, producirse sus trabajos y rodearlos de una huella propia, en unas ocasiones experimental, en otras rodeado de un halo místico, y siempre con un toque de locura genial que lo llegaron a catalogar como "El príncipe". Su álbum titulado Introducing the Hardline According to Terence Trent D'Arby fue uno de esos discos que me impulsaron de forma irrefrenable a la tienda de discos para poseerlo y disfrutar con pasión de él. Se convirtió en el tercer disco de debut más vendido de todos los tiempos, consiguiendo un Grammy a la mejor interpretación vocal masculina de R&B y un premio Soul Train al mejor nuevo artista. Allí se encontraban sensacionales canciones como "Wishing Well", "Dance Little Sister", "Sign Your Name" o "If You Let Me Stay".

Su magia siguió estando activa de manera puntual en años posteriores, pero quizás su egocentrismo, una crisis o vacio existencial..., o tal vez un cruce de cables, suicidaron al Terence que conocíamos y lo transformaron en Sanada Maitreya. Una nueva forma de reinventarse a si mismo que dió lugar a trabajos más oscuros como Wildcard, donde todavía se dislumbraba algo de luz bajo su envoltorio, Angels and Vampires o Nigor Mortis. Evidentemente para mi este artista tiene algo especial, es algo que se siente sin tener que dar más explicaciones. Quiero confesar que aún sigo disfrutando con pasión de su música, y que tanto como Terence Trent D'arby o Sananda Maitreya, siempre estaré espectante de su retorno hacia una luz más cálida y brillante. Su voz, misticismo y emotividad a la hora de interpretar, no pueden quedar enterrados por el odioso paso del tiempo.